jueves, 28 de febrero de 2008

UNA MUJER Y LUEGO POLLO FRITO

Reflexión: Tiene un título que vende y desde ahí la obra se vuelve interesante. Me gustó bastante porque el personaje siempre duda de su mujer (Adriana), cree que es una cualquiera, que es una mujerzuela y en él se crea una especie de paranoia (Palacio mete otra vez mano y como que ahora la enfermedad es mental) y al final de la obra pierde a su mujer y sólamente se queda con un pollo frito.
En la narración Palacio maneja primera persona.

Opinión Personal: Me gustó mucho la obra por lo fantasioso que se vuelve Palacio en la forma en cómo cuenta la historia; insisto en esto, los cuentos de Palacio me gustan más en Por cómo te cuenta la historia , porque este man está como un poco loco e introduce en sus obras esa cosa que te involucra a tí también en la historia......

1 comentario:

ANONIMO dijo...

si tuvieras que expresarlo en una foto como
lo arias